Atauta

El Dominio de Atauta se encuentra en el valle de Atauta en Soria, en el margen oriental de la Ribera del Duero. Se levanta sobre cuatro alturas de roca, en una ladera del valle rodeado de viñedos, a pocos kilómetros de San Esteban de Gormaz, por donde pasa el Duero.

La diversidad del suelos su exposición y orientaciones, permite como resultado la obtención de vinos de una calidad excepcional. La altitud de los viñedos entre 950 y 100 metros de altitud sobre el nivel del mar, conlleva una maduración más lenta de la uva. La vendimia se realiza manualmente.

Todas las cepas superan el medio siglo, y muchas de ellas tienen más de 150 años. Además el 80% del viñedo es prefiloxérico. Predomina la uva tinta fina del tempranillo. Las más de 600 parcelas (un total de 60 hectáreas), son trabajadas con vocación utilizando tratamientos naturales y biodinámicos.

Portadores de tradición vinícola.

El valle de Atatua es un lugar exclusivo de gran valor enológico y etnográfico. En este lugar se levanta Bodegas Dominio de Atatua, portadora de una tradición vitícola de más de cinco siglos, con unas condiciones extremas debido a su altitud y un clima de escasas lluvias y cambios bruscos de temperatura.

Basándose en la viticultura de la zona Domino de Atauta cuida rigurosamente de su materia prima en todas sus fases de desarrollo, y además realiza una manipulación muy cuidada en la bodega.

Las excepcionales propiedades del terroir junto con el valor humano de Dominio de Atatua permite que sus vinos se hayan convertido en algunos de los más famosos entre los de Denominación de Origen como Ribera del Duero.
 

Plantación tradicional y sostenible

Los vinos de Dominio de Atauta expresan la autenticidad del Valle de Atauta, situado en la provincia de Soria en la D.O. Ribera de Duero a 50km de su nacimiento, a 1.000 metros de altitud.

En sus 4 km de largo y 1 km de ancho encontramos una gran diversidad de suelos, en relación a su composición y profundidad. La roca calcárea subterránea aporta mineralidad a la uva y limita el avance de las raíces a niveles más profundos.

La altitud permite una maduración paulatina de la uva, armónica y equilibrada. Además el viento constante reduce la humedad y evita enfermedades a la planta. La orografía y condiciones climáticas, de escasas lluvias, temperaturas medias bajas, y cambios bruscos de temperatura en la fase de maduración de la uva, son ideales para el cultivo de los viñedos.

Más de 500 pequeñas parcelas dividen el terreno, que se cuida de forma individual, tratando cada cultivo de forma especial, para obtener la mejor calidad con el método tradicional de plantado en vaso.

El trabajo en el viñedo se realiza a mano, y se desarrolla una viticultura en la que solo se utilizan tratamientos del suelo orgánicos completamente naturales, utilizando compost de origen animal y vegetal y realizando las tareas de la forma más sostenible posible.

Además en el valle conviven junto a la vid, encinas, robles y plantas aromáticas como el tomillo o el romero, también animales como corzos, perdices y jabalíes así como águilas y buitres.

Un verdadero ecosistema que queda reflejado de manera natural en los excelentes vinos de Dominio de Atauta. Predomina la variedad de tinto fino, el Tempranillo en la Ribera del Duero.

La Bodega

Para lograr la Tinta Fina y la presencia del terroir, en la bodega se sigue una filosofía en la que una cuidada intervención permite elaborar tintos de crianzas diferentes pero de una calidad excelente, desde la fermentación natural hasta el acabado del vino.

Las instalaciones de la bodega poseen depósitos de materiales y tamaños diferentes, para adaptarse a las necesidades de cada tipo de uva. La fermentación maloláctica ocurre en tinas, después los vinos pasan a barricas de roble francés, que se renuevan con frecuencia para respetar el contenido mineral de los vinos.

El viñedo prefiloxérico de Atauta tiene aproximadamente un siglo y medio. La edad de las viñas, los suelos pobres, de poca profundidad y el cuidadoso trabajo en el viñedo conlleva producciones pequeñas, de poco más de 2.500 kilos por hectárea.