El legado de una bodega familiar

La bodega histórica de la familia sirvió al abuelo Eutiquio para transmitir su legado y conocimiento vitícola a su hijo César Príncipe. Su nieto, Ignacio Príncipe, siguiendo la estela de la familia estableció las bodegas actuales en el año 1982.

El proyecto de la familia Príncipe tomó impulso con la decisión de la nueva generación, liderada por Ignacio Príncipe, de renovar las instalaciones y el estilo de sus vinos. Para este fin contó con César Muñoz uno de los enólogos más reconocidos del país, cuyo trabajo está ligado a la Ribera del Duero.

La DO Cigales aunque influida por el Duero es sin embargo más compleja y elegante, dando lugar a un vino con personalidad y potencia controlada.

La bodega César Príncipe se funda en 1990 y comienza a vender vino embotellado de mayor calidad que el tradicional clarete a granel. Un trabajo cuidadoso y sin prisas permite la elaboración del vino a partir del esfuerzo de tres generaciones.

Cuando en el año 2000 sale al mercado César Príncipe se produce un punto de giro que coloca a los vinos de la Denominación de Origen Cigales en el foco vinícola internacional. En la primera añada este vino obtuvo 94 puntos Parker.

Los viñedos de César Príncipe

La mayoría del cultivo de viñedos de Bodega César Príncipe se encuentra en el municipio de Fuensaldaña. Otras plantaciones también se sitúan en Corcos y Trigueros del Valle. Las vides más jóvenes tiene entre 25 y 30 de edad, las más antiguas entre 60 y 100.

Las cepas de más edad de donde provienen las uvas de César Príncipe, fueron plantadas por Eutiquio hace más de un siglo en la parcela conocida como “La Majada”. Se trata de viñas de variedad Tempranillo plantadas en vaso, de escaso rendimiento.

Existes diferencias entre las distintas parcelas, sin embargo el suelo está generalmente compuesto por arcilla roja y canto rodado, con mayor o menor cantidad de arena y caliza.

La mezcla de variedades de los viticultores de la época continúa vigente. En las parcelas más antiguas hay un 50% de variedades blancas como Moscatel y Jerez. Por lo que se desarrollan dos vendimias atendiendo a la maduración de la uva. Las últimas incorporaciones son de variedad Tempranillo, cultivadas en espaldera hasta alcanzar 40 hectáreas de cultivo en os últimos años.