Recuperando la tradición vinícola de la región 

La creación de un vino de culto como L´Ermita, lo posicionará como uno de los productores más reconocidos de España, impulsado junto a otros proyectos, el resurgir de una de las regiones vinícolas históricas más antiguas y singulares del Mediterráneo.

No en vano, la viticultura prioratina fue desarrollada durante más de seis siglos por monjes cartujos, imprimiendo una profunda connotación mística y simbólica a esta práctica agrícola. La intención de transmitir el carácter de estas tierras hace que en sus vinos se combinen armoniosamente la mineralidad del sustrato, la luz mediterránea o la frescura y elegancia de coupages con variedades locales.

En la actualidad la bodega cuenta con unas 30 hectáreas en propiedad, tanto en terrazas como en los característicos “costers”. Aunque las cepas viejas de Garnacha son las predominantes, estas se ensamblan con Cariñena y en menor proporción con la Cabernet Sauvignon, la Syrah y la Merlot.

Vinificación sostenible

En la elaboración de determinados vinos, Les terrases y Camins, la bodega recurre a las producciones de viticultores locales a los que dirige y asesora en un manejo sostenible y ecológico.

Las condiciones ambientales del Priorat responden a unas constantes típicamente mediterráneas (elevada insolación, baja e irregular pluviometría, fuertes pendientes etc.). Aunque lo que más define el carácter de estos viñedos es su suelo, constituido fundamentalmente por pizarra, la denominada Licorella. Este singular perfil edáfico favorece la obtención de unos vinos frescos y minerales que han alcanzado un reconocimiento a nivel mundial.

La bodega se integra en este paisaje practicando una vinificación respetuosa y de mínima intervención, generalmente diferenciada por parcelas. En ella se emplean tanto los depósitos de cemento, acero así como las tinas de roble. El proceso de crianza se realiza sobre barricas de roble francés de diversa antigüedad y uso.