Tradición, tecnología e investigación

 La finca dispone de 23 hectáreas de viñedos con múltiples variedades como Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlos, Pinto Noir, Syrah, Petit Verdot, Sauvignon Blanc y albariño.

Se caracteriza por la recuperación de tradicionales métodos. Encontramos en sus parcelas muchos lagares de fermentación excavados en las rocas en el siglo XII, que se reutilizan en la fermentación con tinas de madera y acero inoxidable.

Además la bodega apuesta también por la utilización de tecnología de última generación , unida a su forma de entender la producción de vino, una filosofía basada en la investigación y la experimentación. Todo ello resulta en unos vinos únicos, con multitud de matices, frescos y de gran personalidad.

La historia detrás de Castell d’Encús

Hace casi 20 años que comenzó este proyecto en una tierra de grandes cualidades, sobre las que aplicar la experiencia y conocimientos adquiridos, así como la investigación y conservación del medio ambiente.

Sin embargo existe un largo recorrido histórico detrás de estos viñedos situados a 1000 metros de altitud, en cuyos lagares del siglo XII se realiza la fermentación del vino.

En la finca se hayan las ruinas de un poblado de monjes de la orden de Hospitalarios de San Juan, instalados en la época tardorromana durante el siglo XII. Además se encuentra un grupo de 9 almazaras excavadas en la roca para fermentar de 2 a 7 toneladas de vino.

Lo que prueba la importancia de una producción de vino de gran calidad en la Sierra de Encús, un cultivo que solo fue frenado por la filoxera y la despoblación.

La orden de los hospitalarios sacó provecho del clima que aporta una alta acidez al vino, y las condiciones de la tierra cuyos beneficios para el cultivo de la viña están ahora científicamente demostrados.

En el siglo XVIII la zona quedó despoblada, y en el XIX pasó a convertirse en una propiedad privada. Cuando se inicia el proyecto de Castell d’Encús ya en el siglo XIX, la finca no tenía viña pero si un pasado incuestionable. Al cultivo de la vid en este proyecto se le añade el valor del respeto y aprecio a la tierra y sus costumbres, de esta manera se recuperan el complejo histórico y sus usos.

La Bodega

La finca está formada por 95 hectáreas de las que 25 se destinan al viñedo. El área rodeada de bosque, permite la máxima exposición solar y está situada a una altitud de 850 y 1250 metros.

La bodega tiene vocación empírica y el objetivo de lograr vinos excelentes. Para ello cultivan numerosas variedades como Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlos, Pinto Noir, Syrah, Petit Verdot, Sauvignon Blanc y albariño, y mantienen ratios de producción bajos. Por otro lado, se experimenta además con Chardonnay y Garnacha.

El suelo de textura franco arenosa con contenido calcáreo posee escasa materia orgánica, y su clima continental, con bruscos cambios de temperatura permiten un vino de alta calidad, protegido y de óptimo envejecimiento. Todo aporta elegancia, complejidad y finura a los vinos de Castell d’Encús.

La bodega fue pionera en la aplicación de procesos de transferencia calor-frío a partir de la energía geotérmica, reduciendo así el gasto energético y el impacto medio ambiental. Además se ha diseñado para que funcione por gravedad, y dispone de la tecnologías más avanzada para la elaboración del vino. No emplean pesticidas, herbicidas, ni ningún tratamiento dañino para el suelo, y se encuentran en trámites para ser reconocidos como bodega ecológica.